
«En las calles más céntricas y en las fachadas de muchos grandes almacenes ya han colgado las luces de Navidad. En cuatro días las encenderán y nos recordarán que tenemos que ser buenos los unos con los otros y que debemos dejarnos penetrar (no necesariamente de manera textual) por el Amor. Así, en mayúsculas. Entre esto y que ya llevamos unos posts muy genitales, hoy he pensado que estaría bien intentar entender cómo funcionan las cosas del querer, como decía la copla. La lógica no siempre impera en nuestras relaciones sexuales y afectivas. Eso lo sabemos todos, sobre todo si rememoramos ciertos episodios de nuestro pasado particular. Vamos, la típica noche tonta que termina con campanas de boda. O el por qué no sabré decir que no… Sin embargo, a pesar de todos los condicionantes internos y externos de cada uno de nosotros, una cosa está clara: el amor es pura química. Además, fabricada por nuestro cerebro.»
Amor, sexo y química, Cama Redonda por Josep Tomás, El Mundo Online, 05/11/2008
Sem comentários:
Enviar um comentário