Luís António Cardoso da Fonseca Mail: luiscardosofonseca@hotmail.com

sábado, 11 de abril de 2009

Josef Sudek





«En las fotos de Sudek Praga parece suspendida en el tiempo, desdibujada en las luces ambiguas de los atardeceres y los amaneceres, deshabitada y silenciosa en noches húmedas de invierno, en noches con la fosforescencia de la niebla o la nieve atravesadas por tranvías como submarinos con un faro encendido en la proa. Pero ésa es la ciudad asediada y convulsa a la que acuden refugiados de media Europa según avanza el nazismo, la que contiene el aliento cuando en noviembre de 1938, en el pacto infame de Múnich, los británicos y franceses aceptan que la mitad del país sea amputada para entregársela a Hitler, la que en 1939 es ocupada por el ejército alemán y por los eficaces carniceros de la Gestapo, la que sólo unos pocos años después del final de la ocupación nazi sucumbe a la mascarada de un régimen comunista mangoneado por los soviéticos. La Praga que estuvo en el corazón de Europa se volvía remota tras el hermetismo del Telón de Acero: así la vemos en estas fotos de Sudek de los años cincuenta que se muestran ahora en Madrid, en una sala recóndita del Círculo de Bellas Artes. Una ciudad de plazas sin tráfico y noches deshabitadas en las que todavía perdura el escalofrío del toque de queda, de estatuas enfáticas en las cornisas de los edificios, de cristales de ventanas empañados por la condensación, de jardines en sombras comidos por la maleza que exhalan un olor profundo a tierra húmeda y hojas empapadas. En el silencio unos pasos suenan sobre los adoquines, una respiración jadeante. El hombre insomne de la espalda torcida camina por la ciudad en busca de aquella luz de amanecer que vio sólo dos veces en su vida, el día en que le amputaron el brazo, el día en que lo buscó varios años después como extraviado en un sueño. »
El caminante de Praga, por Antonio Muñoz Molina, El País Semanal, 11/04/2009, ler aqui crónica completa.
Fotografias de Josef Sudek retiradas do site Art Pages, ver aqui mais fotografias.


Páscoa Feliz de José Rodrigues Miguéis

« Sinto-me bem nesta cadeia. É um belo edifício claro, em pavilhões de dois andares, isolados no meio duma grande cerca arborizada, que um alto muro separa, julgo eu, de caminhos e terras cultivadas. Nenhum rumor chega de fora. Às vezes, vou até junto desse muro, que a hera muito densa envolve de poesia, e, numa sombra repousante e fresca, abandono-me a ouvir os pequenos murmúrios da terra e do ar - uma folha que tomba, um pássaro que tila, um insecto que zumbe, um gorgolejo de água - e assim levo muitas horas do meu dia, meditando e escrevendo, como os frades antigos, até que um toque de sineta me venha chamar para a comida ou para o recolher.
Tudo me parece raro, novo e extraordinário. Só agora descubro o oculto sentido de muitas coisas - e mais pela emoção que me provocam do que pelos juízos que formulo. Assim, depois dos meus erros e crimes, pergunto a mim mesmo se será legítimo viver com tanta calma e despreocupação: um criminoso não deveria ter dores, ser torturado? A punição é apenas isto?
Sim, tenho há muito a impressão de que vivo num sonho. A vida corre com uma serenidade impressionante. Penso quanto, noutro tempo, eram felizes os homens a quem se concedia o direito de fugir, como eu fugi, afinal, à vida angustiosa do mundo. Quase me julgo feliz. E porque não?
A cadeia não é como eu supunha, nem o que se diz lá fora. Nada nos falta, tratam-nos bem, embora vivamos numa quase completa solidão. Isto a mim agrada-me, de resto: aborreço o convívio dos homens. Só na aparência os considero meus semelhantes. Aqui, sou apenas um número: o 28.»

Excerto, ler aqui pp. 19 a 27.

Helen Levitt





























«Helen Levitt ya no paseará su cámara Leica por Nueva York. Esta fotógrafa de fotógrafos, miembro de derecho de la realeza del objetivo, falleció el domingo 29 de marzo a los 95 años de edad. Poco conocida por el común de los mortales, pero adorada por muchos profesionales de su gremio, Levitt nació en Brooklyn en 1913, y en pocas ocasiones abandonó la ciudad de Nueva York. Cuando lo hizo, como en un viaje de trabajo a México en 1941, regresó con una serie de fotografías que bien podían haber sido tomadas en esos barrios de la Gran Manzana que tanto amaba.

No acabó la escuela secundaria y desde muy joven trabajó de aprendiza de un fotógrafo en el Bronx, practicando la técnica antes de lanzarse a probar sus propios encuadres. Fue el maestro Henry Cartier Bresson quien le cambió la vida: "Cuando vi fotos de Cartier Bresson comprendí que la fotografía podía ser arte... y eso me hizo ambiciosa", dijo en una ocasión.»
David Alandete, El País, 10/04/2009, ler aqui na íntegra.
Fotografias retiradas do site da Lens Culture, ver aqui.

sexta-feira, 10 de abril de 2009

Micachu & The Shapes

«É preciso "lata", dirão, para disparar: "Eu vi o presente da pop e o seu nome é Micachu & The Shapes". Mas é o que arriscamos. "Jewellery" destaca-se entre a cacofonia da actualidade. »

Mário Lopes, Ípsilon,09/04/2009, ler aqui artigo.














www.myspace.com/micayomusic

Juan Gris: exposição em Girona


-¿Y qué es lo que piden los obreros?



-Pues lo que la ofrece a usted este viejo, encantadora Mimí. La jornada mínima y el salario máximo.



«Hay un Juan Gris anterior a las guitarras, violines y botellas de sus célebres bodegones cubistas. Un joven Gris casi desconocido que deslumbra como ilustrador de prensa humorística y satírica en las principales revistas del modernismo europeo. Y que, como se aprecia en el chiste que encabeza este texto del Primero de Mayo de 1907, no tiene pelos en la lengua a la hora de criticar el mundo político, económico y social de principios del siglo XX.»

Natalia Iglésias, El País, 10/04/09, ler aqui artigo completo.

terça-feira, 7 de abril de 2009

Yinka Shonibare



Ver aqui no The Guardian, e, aqui site de Yinka Shonibare.

segunda-feira, 6 de abril de 2009

Here are the young men


Ver aqui videos de " Control ", de Anton Corbijn, publicados no " El Mundo ".




domingo, 5 de abril de 2009

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Acerca de mim

" Muitas vezes, meu caro senhor, as aparências iludem, e quanto a pronunciar uma sentença sobre uma pessoa, o melhor é deixar que seja ela o seu próprio juiz. " Robert Walser

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