«El caso es que la sodomía tiene muchos adeptos entre los chicos heterosexuales (o pretendidamente heterosexuales, vete tú a saber...). A mí, de hecho, me lo han propuesto tantas veces que una vez, por pura curiosidad, piqué. Cierto es que no teníamos lubricante, ni experiencia, ni mucho acierto, pero... ¡qué dolor! al principio. Luego, es cierto que el morbo suplía la ausencia de placer, pero echando cuentas, siento que no me compensa. Así es que, lo siento mucho: nunca mais, muchas gracias por probar. Y, desde entonces, jamás he repetido, aunque les haya fastidiado un poco a todos y cada uno de mis novios, novietes, amantes habituales, amantes ocasionales y follamigos que, salvo Pepe el okupa, me lo han pedido repetidas veces.» continuar a ler aqui.
*Pandora Rebato, El Mundo, 21/08/2009
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