*«La estancia está inundada de luz. Entre biombos y sillones de mimbre, un hombre de cabello ralo, bigote y barba encanecidos, con traje, corbata y una bata blanca a modo de guardapolvo, sujeta un bloc en sus rodillas mientras dibuja a una bella mujer desnuda. Matisse (1869-1954), el gran pintor francés, aparece en su estudio de Niza retratado en 1939 por un prometedor fotógrafo, Brassaï. Wilma Javor, una joven húngara, posa sin pudor mientras el ya anciano artista aparece abstraído en lo que más le interesa, la figura humana.» continuar a ler aqui.
Julia Luzán, El País, 31/05/2009
Sem comentários:
Enviar um comentário