« Cuando Mike Mills (Berkeley, California, 1966) se portaba bien de crío, su premio era una visita a Disneylandia. Un mundo artificial de evasión para niños y adultos donde abrazó sus primeros iconos estéticos. Aún hoy vive fascinado por el influjo de esta fábrica de sueños, aunque su perspectiva es bien diferente: "Es uno de mis imperios del mal favoritos. No hay nada más poderoso en el mundo, su estética es más fuerte que cualquier gobierno. Cuando se habla de la americanización o el exceso de influencia de EE UU se suele citar a Hollywood, pero yo creo que Disney es mucho más potente, más sospechosa". Así es como personajes como Winnie The Pooh —"es como el medicamento que todos los niños del planeta toman sin rechistar"— o el propio Walt Disney —"un maniaco depresivo"— se han convertido en protagonistas recurrentes de las creaciones de Mills.»
Borja Bas, El País Online, 20/03/2009, ler aqui artigo completo.
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